Hoy en la mañana o ayer, no se qué hora es, me enteré de un atentado misógino, triste, espeluznante, de mierda, tan cercano como la puerta de mi cuarto o el calcetín que traigo puesto, esto sí es grave.
La tristeza abroga todo lo que siento de bueno y empaña el cerebro, empaña mis lentes, mi capacidad para dormir, me siento triste, sin compasión, con odio, con pena...
Esto sí es grave.
La tristeza abroga todo lo que siento de bueno y empaña el cerebro, empaña mis lentes, mi capacidad para dormir, me siento triste, sin compasión, con odio, con pena...
Esto sí es grave.
...pausa de media hora y de nuevo se sienta aquel de sudadera amarillo webo, escribe con mocos traslúcidos y lágrimas de chilletas, solloza un poco:
Supongamos que sean pendejadas (y lo son) eso de las cadenas virtuales, messengers, twitters, hi5s y demás, lo son. Si.
Aldea global mis webos.
No te entiendo
ni por messenger
ni por blog
ni por tus webos de decir sí con una risa
si, son pendejadas; aquí una más.
"Sé lo que quiero:
te quiero
QUIERO proteger lo único que me puede quedar:
el sentimiento,
el afecto que pueda llegar a tener hacia los demás,
hacia mí, sentirme con derechos y obligaciones afectivas.
Sigo renunciando a cosas por las cuales luché vagamente y dando palos de ciego.
Quiero luchar por otras cosas más importantes para mí en este momento."
Apaga su ordenador, compu o cierra lo que estaba abierto, en su cerebro repite maquinalmente seloquequiero-seloquequiero-seloquequiero...te quiero-te aMo